Esta estructura ha ido poco a poco desapareciendo a medida que los gatos se han ido domesticando y la obtención de comida ha dejado de ser tan difícil, así como las mejores condiciones de calor dentro de los hogares. Por tanto, esta bolsa primordial no la tienen todos los gatos ni en todas las razas, porque actualmente ya no es tan necesaria. A los gatos silvestres, por ejemplo, todavía puede serles de utilidad.
Habitualmente los dueños de mascotas creen que su gatito está obeso porque ven una especie de barriga colgandera, que suele notarse más cuando se mueve y se va balanceando de un lado al otro. Pero no es así, cuando un gato tiene sobrepeso, la grasa suele distribuirse por diferentes zonas como el tórax, abdomen, espalda o lomos. Esta grasa es más difícil de localizar de forma aislada porque no suele pendulear, sino que suele estar de forma más o menos integrada en el animal.
En cambio, en la bolsa primordial la grasa se encuentra localizada sólo en la zona inferior del vientre y por fuera de la cavidad abdominal, penduleando cuando el gato se mueve con cierta velocidad. Lo que sí sucede es que en gatos obesos la bolsa primordial puede ser también más voluminosa y evidente.
Esta bolsa primordial, que como bien acabamos de indicar no tiene nada que ver con el estado nutricional del animal, suele aparecer a partir de la pubertad. Como habitualmente es también en esta época cuando se castra a nuestras mascotas, es frecuente que se asocie su aparición como consecuencia de haberlo castrado. Pero tampoco es cierto: la realidad es que no tiene nada que ver.
¿Qué utilidad tiene esta bolsa primordial?
La función principal es reserva de energía, al tener en su interior tejido adiposo que podrá ser utilizado si las condiciones son adversas.
También ayuda en la movilidad, porque les proporciona una mayor elasticidad en la piel en la zona del tren inferior a la hora de realizar diferentes movimientos bruscos esenciales en la caza o en la huida, realizando saltos y carreras de mayor amplitud, potencia y agilidad.
Además, se asocia a una mejor protección de los órganos abdominales en ataques, peleas o situaciones de competitividad, tanto con otros animales de la misma especie y manada como contra otras especies.
Si nos fijamos bien, es bastante más evidente en felinos salvajes de la sabana y de la jungla en libertad, donde ahí sí que tiene a día de hoy utilidad práctica por las variaciones de la alimentación y del clima típicas de las distintas estaciones, así como por las luchas dentro de estructura del grupo, donde dichas peleas les pueden posicionar más alto en la jerarquía de la manada.
Por último, es posible ver que esta bolsa primordial se vuelve con la edad más flácida y desprendida. Esto es normal, porque al igual que en las personas, en los gatos la piel también pierde elasticidad con los años.
No se han descrito problemas, lesiones específicas o enfermedades que puedan ocasionarse en la bolsa primordial, pero hay otras en zonas cercanas que conviene tener cuidado y revisar periódicamente. En caso de notar un bulto en ella o cerca de ella, se recomienda acudir a tu veterinario para descartar enfermedades serias.